El visionado de los anuncios no deja lugar a dudas. Su mayoría están dirigidos a mujeres blancas,  jóvenes, activas, dedicadas al cuidado del hogar, de la familia y de la alimentación, que dicho sea de paso , es más exigente para ellas mismas (productos bajos en calorias o reductores de grasa) que para el resto de la familia. 
Los productos que ofrecen son mayormente  utensilios y productos de limpieza, o productos dirigidos al cuidado personal. Estos últimos persiguen siempre un canon de belleza muy exigente, pues están pensados para ir contra natura, a saber, antiarrugas,  anticelulíticos, adelgazantes y rejuvenecedores.
Con frecuencia se repite el estereotipo de mujer cuidadora y solucionadora de toda adversidad ( barrita mágica para niño que se hace daño, ayudante en los deberes escolares,  haciendo la compra de la familia, la limpieza de la casa, la plancha, y ocupando el asiento del acompañante en el coche....), y en el único anuncio donde ocupa el lugar principal en la mesa en la cena y está ejerciendo con autoridad su papel de madre, resulta ser burlado por pareja e hijo de igual modo....lamentable!!!!
Eso sin hablar de los hipersexualizados  estereotipos de género en los anuncios de desodorante, perfumes, y productos asociados al lujo. 
Estos últimos, a mí entender,  son fácilmente reconocidos como caricaturas por las personas adultas. Pero mucho me temo que estén sirviendo como modelo a seguir por las personas más jóvenes y que aún están construyendo su propia identidad.